¿Cómo se sacan los golpes de granizo?

En este artículo te explicamos cómo se sacan los golpes de granizo

Cuando un vehículo tiene daños causados por una granizada, decimos que tiene abolladuras de granizo. Afortunadamente, estos golpes se pueden reparar sin necesidad de recurrir a una pintura completa.

El método para reparar golpes de granizo se conoce como PDR, Reparación sin Pintura.

Los técnicos especializados utilizan herramientas específicas, varillas y palancas, para acceder al interior de la chapa y ejercer presión en los puntos de tensión de las abolladuras, devolviendo la chapa a su forma original. También existen otros procedimientos y métodos para desarrollar la reparación sin dañar la pintura de las abolladuras de granizo en cualquier zona de la carrocería del automóvil.

En una reparación de granizo habitualmente tenemos afectada toda la línea del vehículo y por lo tanto para cada sector del mismo buscaremos el método de reparación más adecuado.

Cómo se sacan los golpes de granizo:

Lo primero que tenemos que tener en cuenta en un daño de granizo es el tipo de vehículo, la cantidad de golpes, y el tamaño de cada golpe, entonces podremos clasificar por cantidad y tamaño de golpes y hacer un presupuesto acorde.

Luego del peritaje de daños tendremos mas claro el trabajo que tendremos que realizar.

Es importante tener en cuenta la accesibilidad para nuestras herramientas de trabajo, debemos percatarnos de cómo acceder a cada pieza y cuánto daño tiene cada pieza.

También en piezas como el capot, podemos desmontarlo y trabajar sobre un caballete apropiado con la idea de buscar llegar a todos los puntos de reparación y garantizar poder trabajar sin tener posturas incómodas en donde no tengamos buena palanca. Nuestra comodidad es muy importante para trabajar de forma precisa.

El capot es una pieza del coche con muchos refuerzos que limitan el acceso a la herramienta del varillero

En el caso del capot, la pieza tiene una araña de refuerzo, que se aprecia desde el interior del mismo y cuando se quita la protección insonorizante. Estos refuerzos limitan bastante para llegar a los golpes. En este caso utilizaremos una herramienta precisa para llegar entre esa doble lámina y generar palanca para garantizar quitar el golpe, probablemente utilizaremos varillas del tipo alambre y colas de ballena. Y en el caso de que no podamos finalizar de reparar la abolladura con varillas, utilizaremos el método de fijaciones externas como las conocidas chupetas o tabs, la cola o pegamento termofusionable y el martillo inercial o pinzas de extracción (minilifter).

Otra pieza de gran tamaño es el techo, sitio donde generalmente hay mayor daño, dado que es la pieza más expuesta. Tendremos que tener en cuenta si este techo tiene ventana solar, entre otras cosas.

techo con abolladuras de granizo

Si hay varias abolladuras de granizo, pueden haber cientos de golpes en un techo. Entonces inevitablemente tendremos que destapizar, esto nos ayuda a llegar a trabajar los golpes por esa zona.

Nos vemos obligados a desmontar todo el techo, de tal forma que se descuelgue el tapizado y podamos ingresar y trabajar toda el área del techo quitando abolladura por abolladura, con el objetivo de evitar pintar para dejar la pieza de forma original.

Cuando un techo tiene pocas abolladuras y de un tamaño pequeño, probablemente podremos trabajar totalmente con el método de fijaciones externas, con la extracción de silicona, eso implica que será un proceso más lento y asimismo más complejo de reparar. Cada técnico valorará los beneficios y desventajas de cada método en cada caso.

Algo importante a tener en cuenta es: qué herramientas vamos a utilizar en la reparación de los golpes de granizo. Hay varillas y palancas especialmente diseñadas con una punta muy fina. La idea de tener esa punta fina es poder llegar al centro de la abolladura de forma puntual y precisa, normalmente se cree que uno por tener una herramienta tan aguda va a ser un puntazo. Esto no sucederá porque el técnico varillero tendrá la experiencia que necesita para poder manejar esa herramienta de la forma indicada.

Uno de los puntos claves es como ingresamos a cada sector que debemos reparar. Por ejemplo, cuando tenemos los refuerzos y hay golpes en esta área nosotros necesitamos llegar allí, por lo que utilizaremos una herramienta especialmente diseñada con una curva para poder llegar a esos accesos que no son tan viables.

Cuando las características del daño nos permiten trabajar desde el exterior, es decir la parte pintada de la chapa, procedemos a la extracción de abolladuras con siliconas, utilizamos chupetas o tabs que tienen un diseño muy particular. Se adhieren a la lámina con una silicona que luego se retira y no daña la pintura.

Este método lo utilizamos, por ejemplo, en el parante o montante, que es una zona inaccesible desde el interior. Como no tenemos cómo generar palanca por dentro, entonces utilizamos esta forma de sacar la abolladura.

Cada vez que realizamos la acción de tirar con el martillo inercial, subiremos la abolladura y a veces provocaremos elevaciones que deberemos bajar con martillo y punzón. Paso a paso daremos la uniformidad controlando la fuerza aplicada en cada acción para dar el contorno a la lámina como debe ser. Se procederá una y otra vez de forma repetitiva y la abolladura irá desapareciendo.

varillero sacando los golpes de granizo

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